Este principio
recibe su nombre del Dr. Edmon Locard (1877-1966). Licenciado en Derecho y
doctor en Medicina se ha convertido en uno de los nombres más importantes
dentro del campo de la Criminalística. Uno de los legados de Locard es el que
conocemos como “principio de intercambio de indicios” o, el más usado en el
mundo de la pequeña y gran pantalla, “de transferencia”. Éste se suele expresar
con estas palabras: “siempre que dos objetos entran en contacto transfieren
parte del material que incorporan al otro objeto”.
Posteriormente, su
definición muta hasta la forma “cualquier persona que esté en relación con la
víctima y la escena del crimen, transfiere algo suyo a la propia víctima o
escena y viceversa”. Por lo tanto, es un principio básico en el estudio de las
escenas del crimen que nos dice que es imposible que un criminal actúe sin
dejar rastros de su presencia[1].
[1] Manuel de Technique Policière, París: Payot, 1923