miércoles, 8 de abril de 2015

Una nueva forma de protestar

Hace unos días nos hacíamos eco de una nueva forma de protesta influida (de nuevo) por el avance de las nuevas tecnologías.  Ya hemos podido comprobar el alcance de la difusión de mensajes mediante las redes sociales más punteras, o el abasto de plataformas como change.org; ahora podemos ver que hay maneras más curiosas de llegar al gran público. 

Stefanos es un artista griego de 29 años que ha inventado un método pacífico y al mismo tiempo revolucionario de protesta contra la economía. Es lo que denominamos un "hacker de billetes". En vez de falsificarlos, se dedica  a camuflar entre los monumentos que en ellos aparecen algunos dibujos que simbolizan el descontento de este "activista" con el sistema y las políticas económicas en vigor y hace partícipe a cualquier ciudadano de la zona euro al volverlos a poner en circulación. Gente cayendo al vacío, saltando vallas, ahorcados, superhéroes con capa, asesinos con maletines y hasta la muerte con guadaña, son algunos de los símbolos que Stefanos estampa en nuestra moneda. Una creativa alternativa a la cacerolada de toda la vida. Podéis ver toda su obra en la web www.banknotes.gr


Influido por la obra de Joseph DeLappe, que estampaba en los dólares siluetas con las manos en alto y un mensaje de Hands Up Don't Shoot! en respuesta de los asesinatos de personas de color por parte de la policía estadounidense, Stefanos nos convierte en cómplices de su particular protesta. Atentos, en cualquier momento podría llegar a nuestras manos alguna de sus obras, aunque cabe decir que su difusión digital es mucho mayor que la experimentada con la puesta en circulación de los billetes. Por desgracia, se presume que este tipo de protestas, pacíficas pero revolucionarias al mismo tiempo, caerán en el olvido con la misma rapidez que avanzan las nuevas tecnologías.

martes, 7 de abril de 2015

Sexting. ¿Sabes a quién le das la llave de tu candado?

En mi afán por indagar en todos esos “ings” que nos bombardean cada día, hay uno que me llama especialmente la atención y que hemos oído miles de veces. El sexting, contracción anglosajona de sex y texting, se refiere al envío de contenidos eróticos o pornográficos vía teléfono móvil que parece extenderse cada vez más entre nuestros adolescentes[1].

No es un término novedoso, según las fuentes consultadas, ya apareció hace más de 10 años y, en encuestas de años posteriores (2008, EEUU), se ha podido constatar que:

-          más del 22% de las mujeres había enviado contenido erótico a través del móvil
-          el 33% de los chicos y el 25% de las chicas encuestadas habían admitido que se les había mostrado algún mensaje de asunto privado

A medida que ha ido pasando el tiempo y se han ido realizando encuestas, las cifras aumentan desmesuradamente.

No es de extrañar que alguno de nosotros, en algún momento de nuestra vida, enviemos o recibamos mensajes que comúnmente denominamos “subidos de tono”, pero las nuevas tecnologías nos hacen ir más allá, adjuntando fotos o videos de carácter privado que en innumerables ocasiones dejan de formar parte de nuestro ámbito más íntimo. Todo ello provoca una serie de consecuencias sociales que van desde la vergüenza hasta el suicidio, de ahí la gravedad de este “ing”. Asimismo, dependiendo del sistema jurídico de cada país, podemos caer en varios problemas legales (incluso penales):
· Producción, posesión y/o distribución de pornografía infantil
· Corrupción de menores.
· Vulneración del derecho al honor y a la propia imagen.
· Difusión ilícita de datos personales 
· Acoso.
· Sextorsión[2]

Según un artículo de elconfidencial.com de febrero de 2014, hemos de quitarnos de la cabeza de que es una práctica totalmente adolescente. Es cierto que una revolución hormonal combinada con ganas de divertirse y la facilidad de tener una cámara a mano en cualquier momento, propicia este hecho, pero la realidad es que más de un 50% de adultos lo ha llevado a cabo en algún momento, siendo variadas las tasas según género y franja de edad.

Siempre creemos que los factores de riesgo nacen de las personas a las que se les envía el mensaje, pero el mayor factor de riesgo se encuentra en nosotros, y es dentro de nosotros mismos desde dónde podemos erradicarlos. Por tanto, sólo de uno mismo depende que la difusión de contenidos privados no trascienda. Las soluciones también son diversas: desde pensarse dos veces a quién enviamos los mensajes o asegurarnos (algo difícil) de que quién lo recibe no hará un uso impropio o lo borrará, hasta evitar hacerlos llegar a según qué personas. Es un hecho empírico que quiénes más difunden estos mensajes son exparejas.

Lo que es alarmante es saber que hasta un 10% de jóvenes entre 10 y 16 años lo practican y las secuelas psicológicas que en ellos provoca. Así que la mejor previsión es asegurarse de que nuestros menores no lo hacen (siempre acabamos recurriendo a la importancia del proceso de socialización primario). Quiero hacer mención de una leyenda urbana sobre un médico que conozco que cuenta que cuando las chicas jóvenes van a pedirle consejo sobre anticonceptivos, siempre les dice: “La mejor manera de no quedarte, es no hacerlo”. Muchos dirán que eso es perderse la parte divertida de la vida a la par que placentera, pero no podemos negar que es una verdad como un templo que el riesgo en este caso se minimiza a cero. Igualmente, no está de más decir que es importante que seamos celosos, o como mínimo cautos, en lo que se refiere a nuestra intimidad.

Casos de sexting famosos:

- Hackeo del móvil de Scarlett Johansson
- Jennette McCurdy, presentadora de un programa infantil
- Jennifer Lawrence y su exnovio
- Descubiertos los escarceos sexuales de Tigre Woods fuera de su matrimonio por el envío de sms
- Sandra Bullock también descubrió que su exmarido le era infiel por imágenes y mensajes explícitos que se encontraban en su móvil, al igual que Eva Longoria y Tony Parker.

Lo que está claro es que lo que hacemos con nuestro móvil, no es lo que se puede hacer con una bicicleta, así que hay que tener cuidado de dejar la llave del candado en según qué manos.

“Ab amico reconciliatio cave” – Guárdate de amigo reconciliado



[1] Fuente: Wikipedia 
[2] La sextorsión (extorsión sexual) es una forma de explotación sexual en la cual una persona es chantajeada con una imagen o vídeo de sí misma desnuda o realizando actos sexuales, que generalmente ha sido previamente compartida mediante sexting.